El clásico juego de policías y ladrones adaptado para el baloncesto. Todos los niños tienen que tener un balón. Los dividimos en dos equipos de igual número. Unos, en este caso los azules, serán los que pillen a los otros, a los rojos.
Una vez que un jugador es pillado, éste tiene que ir a la canasta contraria (la cárcel) y anotar un tiro debajo de aro y un tiro libre para reincorporarse al juego. Según tengan más o menos nivel, podemos añadir más posiciones de tiro, o que tengan que ser anotados seguidos, sin fallos de por medias.
El objetivo del juego es que acaben todos los jugadores del equipo que es pillado en la cárcel, en un determinado periodo de tiempo. Después se intercambian papeles.
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